MISIÓN FLAMENCO

   En un día muy intenso, Tea Stilton había entrevistado al director del teatro de Ratonia, que le había explicado cuál sería el programa de la nueva temporada. Habían invitado a una compañía de baile muy famosa que les habían ofrecido un impresionante espectáculo de danzas tradicionales del mundo.

   Pocos meses antes, en la Universidad de Ratford, habían participado en un taller artístico sobre ese tema. Cuando entró en casa, se sorprendió al ver un paquete enviado por las chicas. Contenía un CD acompañado de una nota que ponía: QUERIDA TEA: ESCUCHA LA PISTA <<Flamenco>> Y TE SUMERGIRÁS EN EL AMBIENTE QUE HEMOS ESTADO SABOREANDO DURANTE NUESTRO ÚLTIMO VIAJE. CUANDO TENGAS UN MOMENTO, LLÁMANOS. ¡TENEMOS QUE CONTARTE UNA AVENTURA SUPERRATÓNICA!   UN ABRAZO.   EL CLUB DE TEA

   Metió el CD en el ordenador y, mientras las enternecedoras notas de una melodía flamenca se difundían por su salón, vio que junto a la nota había un bono para participar en un concurso de baile. Llamó enseguida a las chicas para darles las gracias y escuchar su nueva aventura. Su relato le emocionó desde la primera hasta la última palabra.

   Colette entró rápidamente en la habitación de Paulina, donde había quedado con el resto de chicas del Club de Tea. Dejó caer al suelo la carpeta llena de apuntes y se echó en un sillón. Estaban pensando en ir dos semanas de vacaciones, pero el problema es que no sabían adónde. Violet votó por ir a Grecia porque había grandes tesoros arqueológicos. Pam, por ir a La Patagonia porque había fotos muy bonitas. Paulina, a Honduras, porque era un vuelo perfecto y, a Colette solamente le quedaba energía para lavarse el pelo e irse a dormir sin alisárselo.

   Al abrir la puerta, la dulce Paulina vio una caja enorme.  La traía el cartero de la Isla de las Ballenas, Porfirio. Y también traía una nota. Corriendo abrieron el sobre que contenía un mensaje escrito a mano en un papel de carta muy bonito, decorado con rosas rojas. Les estaban invitando a Sevilla, al taller de danzas del mundo. Abrieron el paquete y contenía un vestido de gitana para cada una.

   Dos días más tarde, el avión en el que viajaban las chicas, aterrizó en el aeropuerto de Sevilla. Allí se encontraron con Diana y con Joaquín, que eran los hermanos Vega, los que dirigían el taller de danzas del mundo. Pronto, la furgoneta se detuvo delante de un  edificio antiguo, que ponía: 

ESCUELA VEGA
DANZA, MÚSICA Y ESPECTÁCULOS

   Al rato conocieron a sus familiares que había allí y después fueron a comer unas tapas que estaban deliciosas. Luego fueron a la floristería a por flores para el pelo de Diana y se encontraron a los Navarro, que eran otros que dirigían otra academia de danza. Eran enemigos, pero los hermanos Vega les saludaron y los Navarros ni les miraron. Encontraron ya las flores perfectas, pero el florista les regaló una flor diferente a las chicas del Club de Tea, porque ellas no tenían ninguna flor para el pelo.

    Cayó la noche, y era hora de ir a la fiesta. Se prepararon todas/os y se dirigieron hacía allí. Se fueron a una caseta para comer algo y Diana y Colette se subieron al escenario para bailar unas sevillanas. Mientras bailaban, aparecieron los Navarro y empezaron a amenazar a Colette y Joaquín tuvo que contarle la verdad a las chicas, y era que eran sus primos.

   Rodrigo, el hermano de los hermanos Vega, iba a cantar una canción hecha por su tatarabuela y se dirigieron a su caseta para oírla. Era una canción muy bonita, y al terminar, toda la gente se puso a aplaudirle. A las chicas les empezó a dar sueño, pero Diana tuvo una idea, y era que podían desayunar unos churros con chocolate. Al rato, llegó Rodrigo asustado porque decía que habían robado el abanico de su Tía Julieta, que era un regalo de su tatarabuela Rosita. Pero las únicas pistas fueron del florista, que vio a un muchacho con un abanico igual que ése y la de la amiga de Julieta, que vio al mismo muchacho dirigiéndose al metro.

   Adivina quién fue el que robó el abanico yendo a la biblioteca, pidiendo este libro y empezando a leerlo. Es muy misterioso y divertido porque vienen actividades al final.