Ahora sí que sí. Vamos a empezar esta historia. Todo esto empieza un día que, Geronimo Stilton se levantó con muchas ganas de navegar con su sobrinito más querido llamado Benjamín. Justo a las ocho de la mañana, Geronimo Stilton llamó a Benjamín para decirle si le parecía bien la idea que se le había ocurrido. Él dijo que sí, así que quedaron los dos en el muelle a las ocho y media de la mañana.
Cuando ya estaban allí, el dueño de los barquitos, Ratoloso Ratademar y su mujer Berberechita Cucharones, les invitó a Geronimo Stilton y a su sobrino Benjamín, a comer una asquerosa sopa de pescado humeante con un montón de pimentón. A Benjamín le encantó, pero Geronimo, por no desperdiciárselo, se lo comió y le faltó muy poco para vomitarlo.
Al rato de comerse la asquerosa sopa maloliente, alquilaron el barquito, y al segundo de estar en el mar, Geronimo Stilton vomitó toda la sopa y, menos mal, que vomitó dentro del barquito, porque si no, creo yo que hasta la madera del barquito se hubiera quemado, de lo picante que estaba aquella sopa tan asquerosa. Menos mal, que estaba allí Benjamín, porque le lanzó a su tío, Geronimo Stilton, agua, y así pudo tranquilizarlo, porque si no llega a ser así, creo yo que se hubiera muerto en ese mismo instante.
De repente, una "bola" llena de algas, entró al barco y le lanzó a Geronimo Stilton, un buen chorreón de agua en la cara. Geronimo, asustado, intentó descifrar quién era y, después de mucho rato, supo quién se escondía detrás de esas algas por lo que colgaba sobre él, un plátano, y el único ratón de Ratonia que comía plátanos era......
Si queréis saber más, leer es lo que tenéis que hacer.
Le recomiendo mucho este libro a las personas que les gusten los temas de amor, misterio y fantasía. Además es entretenido e interesante.
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