EL PRÍNCIPE Y EL ESPEJO

     Érase una vez un príncipe que vivía en un palacio muy grande. En el palacio todas la habitaciones eran inmensas.

     En una de esas habitaciones era donde dormía el príncipe, también en una cama grande. Todas las mañanas los ministros del Reino iban a despertarlo, y le ayudaban a vestirse. La inmensa habitación tenía justo delante de la ventana un enorme espejo, y en ese espejo era donde los ministros vestían al príncipe. Los ministros le hablaban, pero el príncipe no le hacía caso porque todo se reflejaba en el espejo, y se pasaba el tiempo mirando por él.

     En el espejo se veían las montañas, los bosques, el río, los pájaros. Todo eso podía ver el príncipe desde su habitación.

     Pensó: "Cuando sea mayor, ordenaré que hagan un pozo en cada casa, mandaré construir una casa muy grande para toda la gente que no tenga casa, ordenaré que todos los niños tenga una vestimenta".---

     Cuando un día, y por casualidad, escuchó un ministro que decía.......

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