miércoles, 18 de enero de 2017

¡QUÉ VACACIONES TAN SUPERRATÓNICAS!

   Un día de agosto, Geronimo Stilton se despertó empapado de sudor. Luego se dio una ducha fresquita para quitarse el calor. Cuando terminó, se preparó un superratónico desayuno. Al rato, se montó en el metro para ir al trabajo y.....¿sabes a quién se encontró? a Pinky Pick, que empezó a cantar una canción muy irritante que puso de los nervios a todos los ratones que había en el metro, y encima, le llama "papá" a Geronimo. Al salir, todos empezaron a quejarse y a decirle cosas a Geronimo y a Pinky Pick.

   Al llegar a la oficina, Geronimo tenía mucha calor y encendió el aire acondicionado, pero cuando lo encendía hacía mucho frío y cuando lo apagaba tenía calor, así que encendió el ventilador, pero se volaron todos los papeles y tuvo que venir su secretaria para ayudar a cogerlos todos. Cuando terminó, se acordó que tenía un ventilador viejo en el almacén y fue a por él. Lo cogió, pero se pilló la cola y no funcionaba. Pensó que nadie iba a entrar en su oficina, así que se quitó la ropa y se quedó en calzoncillos. Cogió un abanico negro con corazones rojos, un pañuelo con cubitos de hielo para la cabeza. Se puso unas gafas de sol de su hermana Tea, que se había encontrado en un cajón. Un mosquito fastidioso se metió en el agujero derecho de Geronimo y él se metió en dedo en la nariz.

   Justo en ese momento, apareció por la puerta Ratonio, de Ratonis Ratonísimis, que era el presidente de un club de Ratonia de los ratones más educados de toda la Isla de los ratones y le vio. Geronimo se arrepintió, pero era demasiado tarde para darle la medalla y el pergamino. Geronimo se echó a llorar porque llevaba mucho tiempo intentando conseguir esa medalla y ese pergamino.

   Después de este desastre, se puso la ropa y se acomodó en su sillón de su oficina, y en ese instante apareció Pinky Pink, que le preguntó que cuándo se iba de vacaciones, pero Geronimo, con lo triste que estaba, no contestó. A los dos segundos, Pinky Pick le enseñó su nueva revista que se acababa de sacar y sonó el teléfono. Pinky Pick, más rápido que un rayo, cogió el teléfono y empezó a hablar. Era el señor Bricolón Bricolajez, un ratón dedicado a hacer patatas fritas, que le dijo a Geronimo que le subiera el sueldo a Pinky Pick por su magnífica revista recién sacada. Geronimo tuvo que subirle el sueldo a la fuerza, porque si no, Bricolón Bricolajez le tiraría de las orejas y se las arrancaría de cuajo.

   Geronimo pensó en ir unos días de vacaciones a..........., o a............. y a............., o a lo mejor a.........., pero no podía ir a ningún lado porque le surgían cosas a última hora, así que tuvo que ir a............y encima, estar allí un mes con............., pero en el fondo le gustó la experiencia.

   Este libro es muy divertido y de intriga. Se lo recomiendo a la gente que les gusten las aventuras y jugar, porque al final del libro vienen muchos juegos para cuando llueva y para cuando haga sol.😆😄😁👅

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.