CHATIPÁN Y SUS MUNDOS FANTÁSTICOS

Todo esto empezó un día a medianoche. Un potente rayo de luz entraba por el balcón del dormitorio de Xénia, una niña pelirroja, que se despertó a causa de eso, ya que iluminaba todo el techo de su habitación.

Rápidamente se asomó a su balcón y vio algo que flotaba. De repente, se formó una esfera que absorbió toda la luz. Cada vez el brillo era más débil y entonces una aureola, un círculo luminoso que rodea a algunos astros, muy raro, se plantó delante de aquella niña.

Xénia tuvo mucho miedo y al segundo cerró el balcón, cogió su peluche llamado Chatipán y se metió en la cama con las sábanas hasta la cabeza. Después oyó que alguien entraba a su habitación. Con muchísimo miedo se quitó muy, muy despacio las sábanas. Se trataba de una chica, bueno eso parecía, de aspecto muy especial: el cuerpo era humano, pero en la cara tenía un gran parecido a su osito Chatipán. 

En la frente tenía una mancha triangular de color negro, cuya punta acababa entre los ojos, también manchados de negro como las largas y suaves pestañas que contrastaban con el blanco rostro. El centro de las orejas también era blanco, pero las puntas y su cabeza eran totalmente negras, al igual de la nariz, un poco respingona. Vestía una especie de mono azul con un cinturón acabado en punta, adornado con tres triángulos dorados. Uno en el centro, cuyo vértice miraba hacia abajo y dos a los lados. La blusa..........

Xénia, un poco inquieta, pensaba si se trataba de uno de los ositos que moraban en el Cosmos, y sin preguntarle nada a ella, le respondió que sí. Al rato, Xénia le preguntó si podía leer las mentes de quien quisiese. La chica "rara" sin nombre le respondió que sí, y que ella también podría hacerlo con el truco de..............

Al final, la chica..........., Xénia asombrada................ y llamó..............

Y si quieres saber más, leer es lo que tienes que hacer.

Le recomiendo este libro a las personas aventureras, intelectuales y soñadoras, ya que este libro es superfantástico y les vendrá bien.