Al principio, a Geronimo no le gustaba mucho esa idea, pero al final decidió marchar allí. Se fueron al Aereopuerto Internacional de Ratonia.
Durante el viaje, Geronimo se puso a leer una guía sobre las Islas Piratas. Después de trece horas, aterrizaron en el aeropuerto de Quitalaspatasdeloro para luego llegar a su hidroavión.
Geronimo notaba que el piloto estaba muy raro, no se fiaba mucho de él, y no paraba de decirle a Tea: - ¿No será peligroso volar con él?
Tras una hora de vuelo, el cielo se estaba poniendo negro, y el piloto no manejaba bien el hidroavión por el fuerte viento.
El hidroavión ya iba bajando muy rápido, y es que se iban a estrellar contra el mar. Por suerte, cuando iban nadando se encontraron una pequeña isla. El cielo se había llenado de pájaros y no sabían qué hacer.
Al día siguiente, decidieron explorar la isla y por el camino se encontraron arena rojiza. No podían andar porque se les hundían los pies. Y resulta que debajo de esa arena rojiza había miles de cagrejos. Los cangrejos estaban.... y ellos hicieron....
Y si quieres saber más, coge el libro y a leer.
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